Imaginemos que un día vamos caminando por la calle, preocupándonos de
nuestros propios asuntos, la vida normal y diaria que todos vivimos, cuando de
pronto un hombre de tez desaliñada y sucia se te acerca y te pide dinero para
comer, su aspecto denota que no está en las mejores condiciones y que tal vez
su plegaria es verídica. El corazón se te conmueve y le brindas tu apoyo, le
pides que espere y en menos de cinco minutos, regresas con comida para el
hombre. El te mira fijamente y en un acto de extremo repudio, escupe tus
zapatos y arroja la comida que le brindas. ¿Te suena familiar? Una situación
hipotética parecida podría ser esta, durante un accidente automovilístico que
presenciaste, un hombre queda atrapado en un coche, muchas personas observan y
nadie hace nada, una de estas personas se dispone a ayudar al hombre atrapado,
rompe una puerta y lo jala hacia afuera, causándole un gran daño en los brazos
y caja torácica pero salvándole la vida porque poco tiempo después el auto se
envuelve en llamas. Meses después, mientras lees el periódico, observas la
historia que presenciaste previamente, el hombre rescatado demando a su
“salvador” por haberle causado daño durante su “heroico” rescate, la demanda
surtió efecto y el demandado se vio en la necesidad de pagar una cuantiosa suma
de dinero por su valiente acto. Situaciones como esta nos hacen pensar en las
consecuencias de estos actos desinteresados, y surgen como una gran influencia
en lo que podríamos hacer en situaciones futuras parecidas a estas.
Dadas las situaciones previamente establecidas, tal vez nunca más ayudemos a un hombre en la
calle que esté pidiendo ayuda, y consideraríamos el realizar un acto valiente
completamente desinteresado para ayudar a alguien que esté en peligro. Pero
esto es probablemente algo que ya conozcas, el sentido común, tu propia
experiencia lo dicta, sería bastante asequible que la primera situación se te
haga familiar. Hoy en día, se observa cada vez más la apatía en los rostros de
las personas que observan ante la necesidad de otros. Sin embargo encontramos
esta necesidad del ser humano de vivir en comunidad y de protegerse mutuamente.
Por esta misma razón, hemos logrado sobrevivir a lo largo de la historia, no
somos agentes aislados, nos protegemos y cuidamos mutuamente, o al menos eso
hacíamos. Y sin embargo, seguimos sufriendo por este conflicto moral que nos
agobia en el momento de tomar acción. Todos nos encontramos bajo una dualidad
que nos mantiene atrapados en los confines de nuestra propia consciencia.
Pensamientos como: ¿Actuó? ¿Que pasara
conmigo? ¿Qué riesgos estoy tomando? ¿Es esto realmente necesario?, Alguien más
lo hará, pasan por la mente de cualquiera que se encuentra bajo una
situación de esta naturaleza, ¿pero porque?, ¿Por qué detenerse? ¿Por qué
pensar demasiado cuando una acción es tan evidente? Y aun así es comprensible
perfectamente que un juicio de valor respecto a la gravedad/peligrosidad de la
situación hace parte de nuestro instinto de supervivencia, sería de tontos no
evaluar los riesgos y los peligros que una situación amenazante conlleva. Es
entonces el interés de estudiar esta dualidad y los mecanismos que intervienen
en ella. Durante el recorrido de este ensayo, se mencionaran varios casos
famosos relacionados a este asunto, siendo el más reciente, el caso de Wang Yue.
“Alrededor de las 5:30 p.m. del 13 de
octubre de 2011, una niña de 2 años, Wang Yue, fue arrollada por una van que
recorría el mercado de Foshan en Guangdong, provincia de China. Como se muestra
en un video tomado por una cámara de seguridad, el conductor se detuvo
momentáneamente (sin haber pasado las llantas traseras), antes de seguir su
camino. La niña quedo en la calle sin ningún tipo de asistencia por parte de
las personas que pasaban (al menos unas 18 personas pasaron por el lugar, unas
se detuvieron a ver a la niña en el suelo). Poco tiempo después un camión pasó
por encima de ella sin detenerse nuevamente. A los 7 minutos de ocurrido el
accidente, una recolectora llamada Chen Xianmei, se dio cuenta de lo sucedido
agarro a la niña y busco ayuda. Posterior al evento, la niña fue llevada a un
hospital militar. Lamentablemente Yue Yue (como era llamada), falleció el 21 de
octubre debido al gran daño que sufrió en su cuerpo. Los padres de Yue no culpan
a los otros, solo a ellos mismos por la tragedia que sucedió”
Advertencia: El vídeo es fuerte, me sorprende que no lo hallan quitado de You Tube
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Desafortunadamente Yue Yue nos dejo el 21 de octubre |
·
Este hombre metódicamente pisoteo a su hijo de 2
años, mientras su familia, amigos, extraños y un bombero lo veían sin hacer
nada, cuando se detuvo, ninguno lo ataco o corrió a socorrer al niño. Los
oficiales de policía del condado y psicólogos estuvieron de acuerdo al afirmar
que ninguno de los presentes estaba preparado psicológicamente para intervenir,
“la gente normal no va a taclear a un psicótico”, y que la indecisión y rigidez
ante una situación así, es perfectamente normal.
·
El 25 de diciembre en Brighton, Inglaterra, Simone Back, posteo por medio de Facebook una
nota de suicidio, más de 1000 de sus amigos comentaron en su estado, pero
ninguno llamo a la policía, o fue a visitarla personalmente, al día siguiente,
la mujer fue encontrada muerta en su casa. El incidente refleja un mito popular
sobre el suicidio, si una persona dice que se suicidara, es muy probable que en
realidad no lo haga.
Términos como el
efecto del espectador, difusión de la responsabilidad y el dilema del
voluntario salen a la luz, y son estudiados por la psicología social para
explicar estos fenómenos. El efecto del espectador, comúnmente conocido como el
síndrome de Genovese, que explica que las personas no ofrecerán ningún tipo de
ayuda en una emergencia si otras personas se encuentran presentes, creando una
relación inversamente proporcional entre la intención de ayudar y el número de
personas presentes, es decir, mientras más personas allá, es menos probable que
tengan intenciones de ayudar. Hay muchas
razones para que esto ocurra, sin embargo los profesionales en el área, se han
enfocado en dos razones particulares.
Básicamente, los espectadores estudian la reacción de otros ante un evento y las
usan como clave para entender la realidad, y dado que los demás están haciendo
lo mismo, ósea, nada, se concluye entonces que la acción no es requerida,
ignorando el evento. La otra razón, es la difusión de la responsabilidad, en la
cual, los espectadores asumen que otra persona va a intervenir, y cada uno se
siente cada vez menos responsable y no hacen nada. Existen otras razones como
miedo a fallar, consecuencias, ofrecer ayuda no necesitada, no estar calificado
para la situación, entre otras.
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Sos groso, sabelo... |
El futuro como
lo estoy percibiendo es bastante desalentador, niñas mueren arrolladas sin
recibir ayuda, un joven cae insconsciente por una carga pesada mientras cae
sobre su vomito y la gente alrededor solo se ríe, alguien muere en una sala de
espera y nadie lo nota. La evaluación de las consecuencias y de los riesgos es
algo que puedo entender, la inseguridad sobre nuestras capacidades para actuar también lo puedo entender, incluso
las repercusiones legales que existen por ayudar a una persona están presentes.
Este dilema ético, esta dualidad que es inherente a nuestra naturaleza humana,
empatía y protección de la especie versus nuestra propia supervivencia (la
supervivencia hoy en día no solo se trabaja bajo los términos de vivir, es
cualquier cosa que amenace nuestra integridad, como perder el trabajo). No se
puede obligar a las personas a actuar frente a una emergencia, es una decisión
que solo la persona puede hacer. Pero cuando existen casos como el de Wang Yue,
te das cuenta de que hay algo muy malo que está ocurriendo y la supervivencia
de la especie se debe anteponer ante la propia integridad.
¿La conclusión?, simple, la humanidad se esta volviendo cada vez mas hija de puta, pero tenemos razones para hacerlo, nuestro propio pellejo...
¿La conclusión?, simple, la humanidad se esta volviendo cada vez mas hija de puta, pero tenemos razones para hacerlo, nuestro propio pellejo...
"La humanidad se esta volviendo cada vez mas hija de puta, pero tenemos razones para hacerlo, nuestro propio pellejo..."
ResponderEliminarUna muy interesante premisa, y mas aun cuando se le compara con aquella celebre frase de:
"Justifica tus limitaciones y te quedaras en ellas"...
Uff, este tipo de cosas son una completa putada, putada que hay que saber aceptar. Pero no para quedarnos en la consciencia de "somos una mierda", que es a lo que muchos se han resignado hoy día, sino para poder mejorar, porque COÑO! SI SE PUEDE!!, Solo que somos tan pinches idiotas que no nos damos cuentas de las cosas, hasta que estas nos son escupidas en la cara, como en este excelente escrito.(Por eso me caes bien A')
Bastante mierda la falta de humanidad de los caminantes chinos. Pero en una sociedad en la que no se promueve el altruismo, filantropismo y el humanismo no es tan descabellado pensar que esto puede pasar. De seguro de que si cambias las bases culturales de China muestan mas respeto y aprecio por la vida humana.
ResponderEliminarDuele en el alma A' pero pierdes la batalla si aceptas la derrota.
Que en paz descanse Wang Yue.